Los clásicos y nuevos temas de Ana Belén para el tiempo en Jerez

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Entre clásicos y nuevos temas: Ana Belén brilla en el Festival Tío Pepe de Jerez

Una noche inolvidable de música, emoción y nostalgia

Anoche, en el mágico escenario del Festival Tío Pepe en Jerez, el ambiente se impregnó de vino y de historia musical. A las 22:15, puntual como un reloj suizo, Ana Belén hizo su entrada vestida de un naranja vibrante que iluminaba la Bodega Las Copas. Sin necesidad de más, con su presencia imponente y su carisma templado por los años, cautivó a un público mayoritariamente adulto, fiel y expectante, que había esperado seis años para volver a verla en directo.

Comenzó el concierto con ‘Solo le pido a Dios’, convirtiendo su súplica en una cálida bienvenida. Su voz, impecable y llena de intenciones, demostró que ni el tiempo ni el silencio habían logrado mermar su capacidad de emocionar. Con un «Buenas noches Jerez, qué gusto estar aquí de nuevo», Ana Belén estableció desde el inicio que aquella noche no sería una más, sino una celebración íntima y cuidadosamente preparada.

Una danza entre lo clásico y lo contemporáneo

El repertorio de Ana Belén fue una fusión entre la memoria y el presente. De su nuevo disco, destacaron temas como ‘Que no hablen en mi nombre’, un poderoso alegato feminista en apoyo a las mujeres palestinas, y ‘La canción del nostálgico’, escrita por Víctor Manuel, que Ana presentó como una mirada crítica y melancólica a aquellos que idealizan el pasado.

Sin embargo, el reencuentro con los clásicos fue el punto culminante de la noche. Canciones como ‘Yo también nací en el 53’, ‘Si me nombras’ y ‘Yo vengo a ofrecer mi corazón’ desataron aplausos y suspiros entre el público, fundiendo sus almas con la artista.

Emociones compartidas y momentos inolvidables

El bloque final del concierto fue una sinfonía de emociones compartidas. Temas como ‘Contamíname’, ‘Lía’, ‘Peces de ciudad’ y especialmente ‘El hombre del piano’ fueron coreados con respeto y entusiasmo. Fue este último tema el que puso a muchos en pie, conscientes de estar viviendo un momento irrepetible.

Para el cierre, Ana Belén regresó al escenario para interpretar ‘Agapimú’, ‘España camisa blanca de mi esperanza’ y ‘La Puerta de Alcalá’, convirtiendo el recinto en una verbena espontánea donde las voces se mezclaban con los recuerdos. Con ‘Balancé’, bailando y sonriendo, Ana se despidió presentando a sus músicos, prolongando un instante que parecía no querer acabar.

Un brindis a la felicidad y la salud

Antes de despedirse con una reverencia sincera, Ana Belén pronunció unas palabras que sonaron a brindis: «Gracias de verdad por esta noche, que seáis muy felices y tengáis muchísima salud». Así, bajo el cielo templado de Jerez, la voz de Ana Belén volvió a fundirse con la historia, recordándonos que hay artistas que simplemente están, como una melodía imborrable en nuestra memoria.

Prensa24.es