El Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo control de Hamás, ha informado de una tragedia sin precedentes: al menos 73 personas han perdido la vida y otras 150 han resultado heridas en ataques perpetrados por Israel contra civiles que aguardaban ansiosamente por recibir ayuda en los puestos de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF). La mayoría de los fallecidos, 63 en total, se encontraban en el norte del territorio palestino.

Escenas de horror en los puntos de reparto de ayuda humanitaria

Según reportes de la agencia de noticias palestina Sanad, testigos presenciales relatan que las fuerzas israelíes abrieron fuego de manera intensa contra la multitud que esperaba recibir alimentos en Zikim, al norte de Beit Lahiya, ocasionando la muerte de 45 personas, según fuentes médicas del Hospital Al Shifa citadas por Sanad.

Testigos describen cómo miles de personas aguardaban desde tempranas horas para recoger sacos de harina en el punto de reparto Oasis. En un momento dado, se pidió a unos 200 palestinos que levantaran sus brazos y pasaran frente a los carros de combate israelíes, pero al hacerlo, los militares abrieron fuego indiscriminadamente.

El saldo mortal y las consecuencias devastadoras

El Hospital Al Shifa ha recibido a 45 fallecidos y 60 heridos, mientras que el hospital de campaña de Al Saraya, operado por la Media Luna Roja Palestina, ha atendido a otros dos muertos y 90 heridos. La Clínica Jeque Raduán ha reportado 19 cuerpos sin vida y 73 heridos, la mayoría en estado crítico. Además, un cuerpo sin vida llegó al Hospital Baptista de la Ciudad de Gaza.

Los datos oficiales indican que ya suman 995 las personas fallecidas, 6.011 heridas y 45 desaparecidas en incidentes ocurridos en los alrededores de los puntos de distribución de la GHF, considerados por el Gobierno gazatí como verdaderas «trampas mortales».

Conclusión: una masacre condenable que clama por justicia

Los recientes sucesos en Gaza son una muestra más de la violencia desmedida en la región, donde la población civil sufre las consecuencias de un conflicto sin fin. Es imperativo que la comunidad internacional actúe con urgencia para detener estos actos atroces y garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos de Gaza. La justicia y la paz deben primar por encima de todo, y es responsabilidad de todos velar por un futuro donde hechos como estos sean parte de un pasado oscuro que nunca más se repita.