Aunque Raúl Calvo Rico ostenta el cargo de presidente del Colegio de Médicos de Toledo, su verdadera vocación lo lleva a estar más cerca del terreno que de un cómodo despacho. En especial, cuando le toca cumplir con su guardia en la zona de salud de un pueblo toledano en La Sagra, cuya población se multiplica en verano.

Desde tempranas horas de la mañana, el doctor Calvo inicia una guardia de 24 horas en el Centro de Salud de Camarena, en Toledo. Este municipio de poco más de 4.600 habitantes ve crecer su población en los meses estivales con la llegada de personas provenientes de la Comunidad de Madrid hacia sus segundas residencias.

Guardias moviditas en verano

Los veranos en los pueblos suelen ser agitados, particularmente durante festividades, dado el consumo elevado de alcohol. La zona de salud del doctor Calvo se ve afectada por esta situación, con problemas como peleas, intoxicaciones y otras urgencias derivadas del consumo de alcohol y drogas.

El rol del médico rural no se limita a situaciones de urgencia, sino que cada vez más se centra en consultas durante las 24 horas del día. Atiende consultas, urgencias y está preparado para hacer frente a los excesos del ocio estival, siempre acompañado por una enfermera que rota en las guardias.

Desafíos constantes y atención ininterrumpida

En un escenario donde la incertidumbre es moneda corriente, el doctor Calvo se enfrenta a la atención de una población potencial de unas 10.000 personas. En ocasiones, debe desplazarse a localidades vecinas para atender pacientes, dejando el centro de salud momentáneamente vacío y generando largas filas de espera.

A pesar de los desafíos, Calvo describe su trabajo como altamente satisfactorio, aunque reconoce la frustración en el ámbito administrativo y la constante presión de una consulta permanentemente abierta.

Un trabajo que demanda entrega y dedicación

Con cuatro residencias de ancianos en su área de cobertura, el médico se enfrenta a situaciones delicadas que requieren atención inmediata, incluso en horas de la madrugada. A pesar de las dificultades, Calvo destaca la satisfacción que le genera su labor, aunque reconoce la necesidad de mayor autonomía en la gestión de la salud.

Un héroe anónimo que vuelve al trabajo

Concluida su guardia, el doctor Calvo se suma a la extensa lista de profesionales de la salud que, en la geografía provincial, cumplen con su deber durante el verano. Mañana será un nuevo día de trabajo, donde la entrega y dedicación serán de nuevo sus compañeros de ruta.