¿Cómo salir de una crisis sin resolver?

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Una crisis sin resolver: El auge del pádel en España

¿Qué esconde la popularidad de este deporte y cómo refleja las crisis personales de la sociedad?

A España no ha llegado el fentanilo, pero sí el pádel. Este deporte ha logrado penetrar en la sociedad española de una manera impactante, rompiendo familias, amistades, matrimonios e incluso relaciones abiertas, según cuentan las crónicas de autobús.

Como con el fentanilo, surge la pregunta: ¿cómo denominamos a estos adictos al pádel? ¿Padeleros, padelistas, padelers? ¿Padelmans? ¿Padelbros? Hasta ahora, solo ha calado el término despectivo de «padelitos». Esta popularización del pádel me recuerda a Morata, un deportista que ha traído alegrías y emoción a muchos.

Un escape a la crisis de los treinta o cuarenta

Detrás de cada hombre que empuña una pala de pádel por primera vez, se esconde una crisis personal sin resolver. Es una búsqueda desesperada de la ilusión perdida, una oportunidad de volver a sentirse niños y soñar con alcanzar el cielo, o más bien, el olimpo.

Los aficionados dedican sus fines de semana a jugar en las pistas de las urbanizaciones con la seriedad de un profesional. Comentan cada jugada en las comidas familiares o con amigos, buscan mejorar en clases y encuentran compañeros de juego a través de aplicaciones como Playtomic, aunque a veces la lesión y la cita con el fisioterapeuta son el desenlace final.

La evolución del pádel en España

El pádel llegó a España en los años noventa a través de la Costa del Sol, inicialmente asociado a la élite que tenía acceso a clubes exclusivos. Con el tiempo, se ha democratizado y ahora solo se necesita tiempo para practicarlo.

Desde la pandemia, el pádel se ha vuelto más popular, convirtiendo a España en una potencia mundial en este deporte. Hoy en día, cada vez más ayuntamientos inauguran pistas de pádel, e incluso se plantea su inclusión en los colegios.

El cambio en la forma de jugar

Antes, la crisis de la mediana edad se solucionaba con partidos de fútbol los sábados, una celebración del envejecimiento sin complejos. Sin embargo, en la actualidad, el ambiente ha cambiado y se compite más que nunca, en parte debido a la influencia de tiendas como Decathlon que han estandarizado la vestimenta deportiva.

La competición se ha vuelto una forma de mantener ocupada la mente y satisfacer la necesidad de logros personales. Hoy en día, el deporte ya no es solo por diversión, sino que se ha vuelto un reflejo de la sociedad actual, donde se busca constantemente la realización personal.

Conclusión: La evolución de las aspiraciones en la sociedad actual

El pádel, al igual que otros aspectos de la vida moderna, refleja cómo la sociedad ha evolucionado en sus aspiraciones. De la pachanga amistosa de antaño al ambiente competitivo actual, cada vez más personas buscan en el deporte una vía para mantenerse activas, ocupar la mente y satisfacer su necesidad de logros personales.

En un mundo donde la constante búsqueda de estímulos nos empuja a la actividad continua, el pádel se presenta como una oportunidad para escapar de la quietud y, al mismo tiempo, enfrentar las propias crisis personales de una manera dinámica y desafiante.

Prensa24.es