En el remoto noroeste de Segovia, en el encantador Parque Natural de las Hoces del Riaza, se erige Maderuelo, un tesoro histórico por descubrir. Este pueblo, que alguna vez acogió más de una decena de iglesias parroquiales, hoy resguarda un secreto invaluable: la Capilla Sixtina segoviana cuyos frescos se exhiben en el Museo del Prado.

Tras la Guerra Civil y la creación del embalse de Linares, Maderuelo vio mermada su población, pero no su encanto. Con poco más de 150 habitantes, este rincón medieval ha sabido reinventarse gracias al turismo, que ha devuelto parte de su antiguo esplendor.

Un viaje a la Edad Media

Al adentrarse por la Puerta de la Villa, con sus históricas puertas de madera del siglo XV, los visitantes son transportados a la época medieval. Calles empedradas, la plaza de San Miguel con su iglesia románica y la plaza de Santa María con la imponente iglesia de Santa María de Castillo, única en Segovia por su estilo Califal, son paradas obligadas.

En esta última iglesia se esconde un tesoro misterioso: una momia encontrada en 1864. Además, el Puente Viejo, visible solo cuando el nivel del pantano baja, conecta el pueblo con la ermita de la Veracruz, conocida como la Capilla Sixtina segoviana por sus excepcionales frescos.

Un tesoro de valor incalculable

La ermita de la Vera Cruz alberga frescos románicos únicos, trasladados al Museo del Prado en 1947 por temor a la crecida del pantano. Estas obras maestras, como La adoración de los Reyes Magos o la Creación de Adán, son joyas de la pintura española de la Baja Edad Media.

Además, la ermita de Castroboda, construida en el siglo XVIII por los vecinos, es otro punto de interés que refleja la devoción del pueblo. Para los amantes de la naturaleza, El Parque Natural de las Hoces del río Riaza ofrece senderismo y piragüismo.

Conclusión

Maderuelo, con su historia fascinante y tesoros ocultos, es un destino imperdible para los viajeros en busca de autenticidad y belleza. La Capilla Sixtina segoviana, con sus frescos ahora en el Museo del Prado, es solo una muestra del legado cultural y artístico que este pueblo atesora. ¡No pierdas la oportunidad de explorar sus calles empedradas y descubrir su pasado medieval!