El Gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso ha calificado de «intolerables» los recientes sabotajes perpetrados contra brigadas forestales en la Comunidad de Madrid. Estos hechos, denunciados ante la Guardia Civil, representan un peligro para el dispositivo de extinción de incendios en un momento crítico de la temporada de fuegos.

El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha expresado su indignación ante estos actos, calificándolos como uno de los más graves en materia de Emergencias. Asimismo, ha asegurado que el Gobierno regional no tolerará estas acciones que ponen en riesgo la seguridad de los madrileños.

Consecuencias devastadoras

Los sabotajes, que afectaron a 16 bases de brigadas forestales el pasado domingo, generaron daños significativos que podrían comprometer cientos de hectáreas de terreno y, lo que es aún más grave, la vida de los habitantes de la región. Estas acciones ponen en evidencia un desprecio alarmante por la seguridad y el cuidado del entorno.

Rechazo contundente

La presidenta Ayuso ha destacado la gravedad de estos actos vandálicos, especialmente en un momento crucial como el actual, donde el riesgo de incendios forestales es máximo. La vida y el patrimonio natural de la región se encuentran amenazados, y la interrupción de las labores de emergencia solo agrava la situación.

Diálogo como solución

Las brigadas forestales se encuentran en huelga por reivindicaciones laborales, un conflicto que la Comunidad de Madrid reconoce no estar directamente involucrada en su resolución. No obstante, se han realizado esfuerzos para facilitar el diálogo y buscar soluciones que beneficien a ambas partes.

El consejero Novillo ha instado a las brigadas forestales a cesar los sabotajes y retomar la vía del diálogo pacífico con Tragsa, su empresa contratante, y los ministerios correspondientes. Esta situación requiere un enfoque constructivo para evitar consecuencias aún más graves.

Compromiso con la seguridad

En conclusión, la prioridad en estos momentos es garantizar la seguridad de los ciudadanos y la protección de los recursos naturales. Los sabotajes a las brigadas forestales no solo representan un obstáculo para la extinción de incendios, sino que también ponen en riesgo vidas humanas y el medio ambiente. Es fundamental que todas las partes involucradas trabajen juntas en busca de una solución pacífica y constructiva.